Sanguinetti: “Nos gustaría pensar que el partido acrecentará significativamente su caudal”
El día que se hace efectiva su dimisión a la secretaria general colorada, repasó sus años de gestión y habló de su vínculo con Lacalle.
A partir de este viernes 1° de marzo, el expresidente Julio María Sanguinetti deja de ser el secretario general del Partido Colorado.
El líder batllista dedicó unos párrafos en el Correo de los Viernes para repasar su paso por el máximo cargo del Comité Ejecutivo Nacional colorado y su gestión, además para agradecer “muy particularmente a todos los miembros” del órgano partidario, “a los prosecretarios de las diversas comisiones y naturalmente al sacrificado personal que, con pocos medios, mantiene viva la actividad partidaria, desde lo electoral hasta lo edilicio”.
“El lunes 27 de mayo del 2018 iniciamos una gestión que en la perspectiva del tiempo ha adquirido una dimensión mayor. No teníamos entonces representación partidaria alguna. Fue una iniciativa personal que pretendía instalar en los líderes del Partido Nacional, Dres. [Luis] Lacalle Pou y [Jorge] Larrañaga, la idea de un proyecto de coalición. Se trataba de construir una alternativa al Frente Amplio, que lucía agotado de ideas y reacciones. Su acogida fue muy favorable y lo más importante es que la prensa le dio a la reunión una gran trascendencia, al punto de incorporar la idea en la agenda diaria”, comentó Sanguinetti.
“Lo que vino después, lo sabemos. Vinieron las elecciones internas, el economista [Ernesto] Talvi obtuvo la mayoría y nos visitó para buscar un entendimiento que no le reconociera a Batllistas, la segunda fuerza, la candidatura la Vicepresidencia. Como compensación, me ofrecía personalmente su apoyo para ocupar la Secretaría General del Partido. Aceptamos todo y así llegamos a una elección, en la que fuimos decisivos. Se estrenó el gobierno con la sorpresa de la pandemia y allí estuvo el Partido Colorado como parte activa de la administración en roles sustantivos”, agregó.
Sanguinetti se retrotrajo a la época del debate sobre la Ley de Urgente Consideración (LUC), y destacó “la campaña nacional que llevó adelante el Partido” que “fue decisiva, al punto que, en Rivera” donde los colorados tenían, según dijo, “la mayor responsabilidad, se obtuvo una mayoría mayor que la diferencia favorable que obtuvo la ley en el país”.
“Realmente nos sentimos muy orgullosos de lo que se hizo en aquella campaña, coordinada en nuestro caso por los diputados Felipe Schipani y Conrado Rodríguez. Me ocupé personalmente de la publicidad, con enormes ansiedades, porque observaba que muchos dirigentes oficialistas importantes no advertían que estaba en juego la legitimidad misma del gobierno”, apuntó.
“El retiro del economista Talvi le impuso al Comité Ejecutivo del Partido, y a la Secretaría General como consecuencia, la misión de sustituir la ausencia del liderazgo personal que tenía quien se había consagrado en las urnas. La relación con el gobierno, la difusión pública de nuestras posiciones, el debate constante, la presencia de figuras de la Administración en contacto con el Comité Nacional, fueron nuestras tareas principales. Contamos con mucha ayuda y comprensión de todo el Ejecutivo y particularmente del prosecretario Tulio Tartaglia y la tesorera Maureen Bidart”, dijo Sanguinetti.
El expresidente destacó otra faceta de su gestión partidaria: “Aunque parezca trivial, pusimos mucho empeño en nuestra Casa del Partido, cuya atmósfera cambió con obras de arte extraordinarias como el Mural de [Miguel Ángel] Battegazzore, que le dio a la entrada un aire de modernidad. Al mismo tiempo renovamos la Sala de la Convención con una suerte de altar laico que configuramos con un gran retrato de Don Pepe, de 1903 y sus documentos personales más significativos”.
Sanguinetti dijo que, a partir de ahora, “se inicia el proceso de renovación” y que por eso era hora de dejar la secretaría general. “Para nosotros es el cierre de un período que sentimos muy fecundo en nuestra vida política. Tan importante como lo que fueron las horas de triunfo, porque se logró el retorno de las fuerzas tradicionales al gobierno”, enfatizó, con su clásico uso del plural mayestático.
“En este lapso mantuvimos una estrecha relación con nuestra gente en el gobierno, con nuestra dirigencia y naturalmente con el presidente de la República Dr. Lacalle Pou, que generosamente nos ofreció su confianza, construyéndose una relación personal, más allá de nuestros deberes políticos. La distancia generacional no fue un obstáculo para mantener ese vivo espíritu de colaboración y aun de intimidad personal”, expresó Sanguinetti.
El exmandatario dijo que confía en que se comprenda la razón por la que debe “poner punto final a esta etapa”.
“Muy generosamente, compatriotas muy distinguidos ya han manifestado su opinión de que deberíamos seguir, pero en lo personal, deseo que sea así. Viene ahora, además, la campaña interna y el recambio partidario y nacional. Por supuesto, seguiremos estando, en el Comité Ejecutivo y en el trajinar diario del Partido, con el mismo espíritu de siempre, pero relevado de esa representación muy honrosa”, manifestó.
“Naturalmente, militaré con mi grupo, Batllistas, cuyo candidato es Tabaré Viera, pero inspirado en el mayor espíritu de confraternidad con todos los demás candidatos. En ellos hay calidades personales y confío en que la elección interna muestre trabajo y emulación, pero nunca rispideces personales. Nuestra participación será la última línea de la lista que así nos haga el honor de incluirnos”, dijo el líder colorado.
Sostuvo que es optimista ante las próximas elecciones. “Nos gustaría pensar que el Partido acrecentara significativamente su caudal, o —en la versión más pesimista— que reproduzcamos el anterior, con cuatro senadores que han dado al gobierno estabilidad y compromiso. Con esa presencia, muy seguramente la coalición republicana se impondrá a un Frente Amplio hoy dominado por el pensamiento clasista del Pit-Cnt y los radicalismos trasnochados del socialismo y el comunismo, instalados en la anacrónica visión de los años 60”, señaló.
“Todas las elecciones son importantes, pero esta será muy señalada. O el país entra en la modernidad digital de los tiempos, o nos quedaremos en el andén de la estación viendo cómo pasa el ferrocarril de la historia”, concluyó Sanguinetti.