Los Raviolis aterrizaron en Uruguay, y la gurisada quiere más.
Tengo que admitir que mi experiencia con “Los Raviolis” no era más que virtual. Disfrutar sus canciones, divertirme con sus letras, pero todo pantalla mediante.
Llegó la invitación y no cabía la ansiedad para verlos en vivo. Era, sin dudas, la mejor manera de despedir el invierno.
La Zitarrosa se llenó de una gurisada con ganas de bailar, jugar y cantar, y las expectativas fueron superadas con creces. Desde el vamos hubo agite, hubo baile, saltos y juegos.
Gabichu y Vale, lideran una banda sólida y repleta de energía, a la par de todos los peques de la sala. “Resorte” fue la canción elegida para romper el hielo. Y de ahí en más, clásicos y estrenos se dieron cita en el adiós del invierno. “Un lugar mejor”, “Hoy no viene la niñera”, “Malos negocios”, “Bombero voluntario”, “no me sale la tarea” y “Por qué no te mande al turno tarde”, fueron parte del repertorio de más de una decena de canciones, coreadas al viva voz.
Nota aparte merecería la participación de todos los adultos en sala. ¿Por qué? Porque eran uno más en la fiesta. Todos despegados de las butacas. No hubo padre, madre, abuelo o tutor capaz de contener la adrenalina. Jugaban y cantaban a la par de los más chicos, y eso, es mérito de la banda.
El humor estuvo presente durante los 70 minutos del show. Las ocurrencias de Gabichu fueron en nexo perfecto entre tema y tema. Intervenciones cortas y contundentes que hicieron a todos vivir una tarde increíble.
En los minutos finales del show, al momento de la presentación de los músicos, podríamos decir que fue un bonus track para los más grandes. Desde “Ji ji ji” de los redondos a “La rubia tarada” de Sumo, terminar de convertir a la sala en un mini Pilsen Rock, que explotó con “soy una pelotita de pin pon” con todos pogeando.
Aplausos y solo aplausos para Los Raviolis.
Todo muy rico y que se repita… cuanto antes!